Una cartera de colores pastel, un libro a medio empezar, un pintalabios, una botella de agua metálica y una crema de manos perfumada, todos desparramados:
el bolso de la temporada tenía que ser XL. Un shopper de yute, tweed o estampado combina de maravilla con todos los looks de primavera. Y en el verano, la cesta trenzada es un imprescindible. En versión mini o maxi, se puede llevar como un bolso de mano o cruzado y nos susurra a cada paso que las vacaciones ya están a la vuelta de la esquina.